A medida que mi mirada se posa un día tras otro en la abrumadora y nueva presencia del mar, no puedo evitar que mi curiosidad, forjada tierra adentro, comience a formular interrogantes que aluden al paisaje y a la cultura, que buscan entender como un isleño vivirá la imagen de ese mar, tan cotidiana para él como exótica y cargada de tópicos para mi.

 

Son estas inquietudes las que me llevan a desarrollar un proyecto personal cuyo fin es interiorizar y expresar las distintas percepciones que tiene el habitante de un entorno tan singular como una isla sobre el mar que le rodea.

 

Para desarrollar mi propósito, elijo trabajar sobre el binomio poesía marina – fotografía de paisaje.

 

De esta manera, la poesía (de autores canarios) asume el papel de testimonio, de medio para acceder al conocimiento subjetivo del poblador isleño.

 

Cada fragmento de estos testimonios poéticos, suscita sobre el lector un “territorio mental”, un espacio imaginario construido por sensaciones etéreas, por significados intangibles…propios del lenguaje poético.

 

Es así como el papel que la fotografía protagoniza dentro de este proyecto es el de fijar en el espacio-tiempo ese conjunto etéreo que evoca cada frase… Pretendiendo hacer de cada una de las fotografías, una imagen sugerente y abierta que permita a los lectores proyectar sobre ella las diferentes conclusiones interpretativas.

 

Finalmente, el concepto “paisaje” pretende representar la relación cultural entre habitante y entorno, ya que como plantea el teórico Zunzunegui “ el paisaje se revela como una construcción, como un mero efecto de sentido directamente vinculado con nuestra particular experiencia cultural (…) supone una confrontación entre un sujeto y un objeto y, por lo tanto, una construcción discursiva y una relación interpretativa del sujeto”.